Durante el embarazo y la lactancia, es común preocuparse por la aparición de estrías, sobre todo en los senos. Pero, ¿realmente amamantar las provoca? Vamos por partes.

 La verdad: no es la lactancia en sí lo que causa estrías. Son los cambios bruscos de volumen, la genética, la hidratación y la elasticidad de la piel los factores más importantes.

¿Qué puedes hacer para prevenirlas o suavizarlas?

1. Hidratación diaria con productos adecuados Aplica un producto rico en aceites naturales, especialmente formulado para embarazadas y madres lactantes. Ayuda a mantener la piel elástica y protegida.

2. Usa sujetadores de algodón y talla adecuada Elige sujetadores sin aros, que no opriman ni deformen el tejido mamario.

3. Evita cambios bruscos de peso Lo mejor para tu piel es que los cambios sean graduales. Una alimentación equilibrada es tu aliada.

4. Masajes suaves circulares Puedes hacerlos al aplicar la crema para estimular la circulación y mejorar la absorción.

5. Beber suficiente agua  La hidratación interna es igual de importante que la externa.

Conclusión: Las estrías no son una sentencia inevitable. Con pequeños cuidados constantes y productos específicos, puedes acompañar los cambios de tu piel con amor y sin culpa.

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