El cuerpo que sostuvo una vida merece ser cuidado sin exigencias. En el posparto, es normal que la piel se sienta más sensible, seca o menos firme. Aquí van algunas claves para mimarla como se merece.

1. Hidrata desde el primer día Usa cremas ricas en manteca de karité o aceites vegetales que ayuda a tonificar y recuperar elasticidad, con aroma suave y natural.

2. Ritual postducha: pausa y conexión Después del baño, aprovecha ese momento para aplicar tu crema con un masaje suave. No es solo para tu piel, es también para ti.

3. Bebe agua y come con conciencia Lo que comes también nutre tu piel. Frutas, grasas buenas (aguacate, frutos secos) y mucha agua ayudan desde dentro.

4. Viste tejidos suaves y transpirables Evita telas sintéticas. El algodón y el lino permiten que la piel respire y previenen irritaciones.

5. Acepta tu nueva piel con amor Tu cuerpo ha cambiado, y eso está bien. Cuidarlo no es volver a como era, sino agradecer lo que hizo por ti y tu bebé.

Conclusión: Cuidar tu piel en el posparto no es una cuestión estética, sino un acto de conexión contigo misma. Con productos seguros, cariño y tiempo, puedes reconectar con tu cuerpo desde un lugar amable.

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